¿Por qué nos cuesta TRABAJAR EN EQUIPO?

En mi trabajo como docente universitaria, año tras año, veo a grupos de estudiantes o tesistas lidiar con conflictos interpersonales que merman sus posibilidades de cumplir con los tiempos de entrega, los desgastan y dan como resultado trabajos de menor calidad.

Más de una vez, un grupo de alumnos se ha acercado a mí para contarme que el grupo se divide o que hay un compañero que no trabajó y merece salir del grupo. Otros me han pedido que medie los conflictos o que cite, cual inspectora general, al incumplidor y sea yo quien lo sancione.

Un día pregunté a mis estudiantes quién les enseñó a trabajar en equipo. Y la respuesta unánime fue: "nadie."

Durante doce años de escolaridad, a lo menos, muchos docentes solicitan trabajos en grupo, sin preparar a los estudiantes para dicha tarea. En muchos casos, se forma la idea de que trabajar en equipo significa dividir los temas de investigación y hacerlos llegar, oportunamente, al compañero que recopila, pega e imprime.

Al finalizar la Enseñanza Media, o incluso antes, los jóvenes ya odian trabajar de manera grupal y, en la Universidad, no hay semestre en que alguien no me pregunte si hay posibilidad de trabajar solos.

Luego de años de trabajo en silos, cada cual preocupado por su trozo de tema, vale preguntarnos ¿por qué en las organizaciones cada uno vela por su parcela?

Conversaciones indispensables para trabajar en equipo.

Exosteb cuatro conversaciones indispensables que todo equipo necesita tener para funcionar como tal (y esto es lo que los docentes tenemos que enseñar!)

1️⃣ Propósito del equipo: ¿para qué existe este equipo? ¿Si este equipo se disuelve, quién y qué se pierde? Aunque suene sorprendente, me he encontrado con equipos que llevan años trabajando juntos y no tienen muy claro cuál es su razón de existir.

2️⃣ Acuerdos básicos de funcionamiento: formas de trabajo, tiempos de reunión, periodicidad, asistencia, cumplimiento, puntualidad u otros que sean importantes para lograr los objetivos.

3️⃣ Pautas de relación: ¿cómo vamos a tratarnos unos a otros? ¿Cómo vamos a comunicarnos? ¿Qué estará permitido y no permitido en este equipo? Y aquí no se trata solo de declaraciones amplias y ambiguas, sino conductas muy concretas y observables por cualquiera del equipo.

4️⃣ Compromisos: ¿qué aportará cada uno al equipo y qué espera de los demás? ¿Qué fortalezas pondrá al servicio del equipo y cuál será su contribución concreta?

Son varios elementos más los relevantes para consolidar un equipo y proyectar un alto desempeño, pero con estos cuatro, ya podrán funcionar.

Es indispensable monitorear cómo funciona el equipo con sus acuerdos y compromisos. Este monitoreo es un apoyo potente y formativo que los docentes podemos y debemos brindar.

Para finalizar, los invito a mirar con ojo crítico sus propias organizaciones y los equipos en los cuales se desempeñan, para evaluar si funcionan al estilo "trabajo en grupo" o como un equipo verdadero y productivo.

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